miércoles, 13 de enero de 2010

Buscando mi destino, viviendo en diferido.


-Señor minino-comenzó Alicia, con cierta timidez, al no saber muy bien si al Gato le gustaría aquel nombre; pero el Gato seguía sonriendo y ello animó a la niña a continuar ("Parece que se lo toma bien")-: ¿Podría usted indicarme la dirección que debo seguir desde aquí?
-Eso depende -le contestó el Gato- de adónde quieras llegar.
-No me importa adónde...-empezó a decir Alicia.

-En ese caso, tampoco importa la dirección que tomes- le dijo el Gato.
-... con tal de llegar a algún lado- acabó de decir Alicia.

-Eso es fácil de conseguir -le dijo el Gato-. ¡No tienes más que seguir andando!


Alicia en el País de las maravillas. Lewis Carrol

2 comentarios:

Natalia dijo...

Alucinante, alucinante de verdad...
esta mañana pensaba en este libro, y en este autor, sin acordarme de la película ni por asomo...

¿Lo tuyo ha sido por la foto (muy chula por cierto)¿o es cierta esa leyenda urbana de que estamos conectadas?

Júlia dijo...

Que intel·ligent ere el pederasta...