lunes, 10 de enero de 2011

Misterios sin revolver


A mi vecino, el típico tarado que pone música máquina a decibelios prácticamente insoportables para el oído humano, ahora le ha dado por escuchar a Beethoven.

¿Habrá sido obra de la junta de vecinos?
¿Habrá escuchado hablar del increíble arte de la diversificación?
¿o seré yo, que tras horas de reflexiones delante de los apuntes de Próximo Oriente, he perdido el oremus y oigo voces?




5 comentarios:

Unknown dijo...

Seguro que acaba haciendo algún remix y destrozando la obra...

Pablo Peirat dijo...

El artífice de tal cambio, y no es por echarme flores, he sido yo y un cortador de puros.

Edurne dijo...

Un final digno de Tarantino para un individuo que no lo merecía [el final a lo Tarantino digo, la muerte era merecida pero merecida, merecida].

ghjghjghjgh dijo...

Son los brotes verdes inequívocos de que el mundo esta cambiando

Natalia dijo...

Ojalá sea amigo del mío, del del tercero, a cuya casa subí hace dos semanas... Por favor, que esta tarde ponga a Chopin, a Bach. Me conformo con Don Edmundo.