sábado, 31 de octubre de 2009

Morir o matar

Hay canciones que te atraviesan, estés donde estés, aunque las hayas escuchado mil veces y ni siquiera te hayas dado cuenta de que quieren, de que dicen, de a quien le hablan. Las interpretas como tuyas, y las escuchas para ti, como si cada una de sus líneas llevara tu nombre.


Y temes, porque dan miedo.


"Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.
Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender,
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar."

...

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir,
dijo "uno es el asesino y el otro el que va a morir".
Y salimos de allí y me mirarte asustada y el miedo sonó en tu voz:
"antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación
y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón.
Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:
"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".
Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué,
y me suplicaste: "Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas,
y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"nuestras almas no conocen el reposo vida mía,
pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad.
¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más
que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré... moriré y cuando lo haga al fin
ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar.



Yo no sé que tiene Nacho que me hace temblar.

No hay comentarios: